martes, 2 de agosto de 2011

Oferta y demanda educativa

El año 2005 -la más reciente información disponible de la Asamblea Nacional de Rectores- postularon 411 mil jóvenes a las 91 universidades de todo el país en busca de una vacante, de los 144 mil disponibles. Esto representa en promedio una proporción de 2.8 postulantes por cada vacante.
       
A las 35 universidades públicas postularon 292 mil jóvenes para 52 mil vacantes, es decir 5.5 postulantes por vacante. A las 56 universidades privadas postularon 118 mil jóvenes para 91 mil vacantes, es decir, 1.2 postulantes por vacante. En la universidad pública la proporción de postulantes por vacante se mantiene no obstante haberse creado siete universidades en los últimos 15 años. Hay que destacar que estas nuevas universidades se crearon en ciudades pequeñas del interior del país como Ucayali, Amazonas, Madre de Dios, Apurímac y Moquegua. En la universidad privada en cambio la proporción ha caído dramáticamente: en la década de los 80 la proporción era de 3 a 2.5 postulantes por vacante; en los 90 era de 2 a 1.5 postulantes por vacante, debido a la creación de muchas universidades (14 en la década de los 90 y 17 en los últimos seis años). Lima alberga casi la mitad de las recientes universidades privadas y el resto está en ciudades como Arequipa, Trujillo, Chiclayo, Ica, Huancayo.
       
Si analizamos la proporción de postulantes vs. ingresantes específicamente por cada universidad, la información resulta interesante pues nos muestra el grado de dificultad en el ingreso a cada universidad en promedio. En cuanto a las universidades públicas se puede observar que la dificultad para el ingreso en general es alta, sobre todo en las universidades de San Marcos, del Altiplano, San Agustín de Arequipa, del Callao, Nacional de Piura, San Cristóbal de Huamanga, la UNI y Pedro Ruiz Gallo de Lambayeque. Contrariamente, el ingreso a las universidades privadas resulta fácil en la mayoría de casos, salvo la dificultad moderada que se registra en universidades como la Cayetano Heredia, Pontificia Universidad Católica, la de Piura, Católica Santa María de Arequipa, Pacífico, UPC y la de Lima.
La universidad con mayor número de postulantes es San Marcos: 59 mil postulantes para cubrir las cerca de 5 mil vacantes, lo que arroja un promedio de 13 estudiantes por cada vacante.
       
Los cuadros 1 y 2 muestran a detalle la proporción de postulantes por vacante registrada en los exámenes de admisión de los años 2005, 2004 y 2003 de cada universidad.

Postulantes por carrera

De acuerdo con el informe Formación universitaria vs. mercado laboral de la ANR a cargo del Dr. Luis Piscoya, referido al año 2003, hay una fuerte concentración de postulantes en pocas carreras, ya que el 70% de ellos busca ingresar a una de las 30 carreras de mayor demanda en el Perú. El resto de postulantes busca un cupo en otras de las 110 carreras. De acuerdo con este informe, las 10 carreras de mayor demanda por parte de los postulantes son Derecho, Contabilidad, Medicina Humana, Administración, Educación, Ing. de Sistemas, Enfermería, Ing. Civil, Ing. Industrial y Economía. Hay que destacar que la mayoría de estas carreras se encuentran saturadas por el excesivo número de profesionales en el mercado.

       
El informe muestra que en el año 2003 hubo 28 mil postulantes a Derecho, de los cuales ingresaron más de 12 mil jóvenes a 39 universidades. De este total, 2,093 ingresaron a la Universidad Los Ángeles (Chimbote), 1,521 a la Universidad Garcilaso de la Vega y 1,506 a la Universidad Alas Peruanas. Adicionalmente, en la misma fecha ya cursaban estudios 43 mil universitarios, y anualmente egresan unos tres mil nuevos abogados, los que se suman a los 46 mil profesionales registrados en el Colegio de Abogados del Perú. Estas sorprendentes cifras convierten a Derecho en la carrera más saturada.
       
Análogamente, entre los otros casos ilustrativos podemos mencionar a Contabilidad: de 23 mil postulantes ingresaron siete mil, ya cursaban estudios 28 mil universitarios en 42 universidades, y anualmente 2,300 concluyen su formación, los que se suman a los 61,513 inscritos en el Colegio de Contadores del Perú. A Medicina postularon 23 mil jóvenes para acceder a 2,688 vacantes, 15,520 ya estudiaban la carrera en 23 universidades, y anualmente egresan 1,700 médicos en promedio, que se incorporan a los 45,365 profesionales registrados en el Colegio Médico del Perú. Cabe resaltar que el 50% de ellos labora en Lima y el otro 50% debe atender al 70% de la población fuera de la capital, donde sí hay buena oportunidad laboral.
       
En el caso de Administración, una las carreras de mayor crecimiento en los últimos años, postularon 21,612 estudiantes en busca de 6,732 vacantes distribuidas en 45 universidades. Ya estudiaban esta carrera 25,304 jóvenes, y egresan anualmente unos 1,550 administradores, que se suman a los 11,061 registrados. Acá, la oferta laboral ya excede en mucho la cantidad de empresas existentes donde podrían encontrar trabajo. Sin embargo, debemos resaltar que una opción que viene dando buenos resultados es la especialización en diversos sectores: hoteleria, turismo, recursos humanos, agronegocios, salud, etc., lo cual sí ofrece buenas perspectivas laborales.

       
Ingeniería de Sistemas e Ingeniería Civil también están entre las 10 carreras de mayor demanda por parte de los postulantes, pero con una diferencia sustancial: el mercado laboral interno sí puede absorber fácilmente a estos profesionales. Además, los ingenieros peruanos gozan de buena reputación a nivel internacional y son reconocidos por ser innovadores, muchos de los cuales se desempeñan en el extranjero o en empresas globales.

       
Finalmente, hay que destacar que, paradójicamente, existen especialidades con poca demanda por parte de los estudiantes, pero muy requeridas por el mercado dado el crecimiento de ciertos sectores, entre las cuales podemos mencionar ingenierías como textil, petrolera, petroquímica, de telecomunicaciones, acuícola, pesquera, ambiental, biotecnología, mecánica, eléctrica, energía, etc.

Justo Zaragoza
Director del Grupo Educación al Futuro

Carreras del futuro

Miles de profesionales egresan de universidades e institutos y pelean por un empleo. Solo una minoría consigue un buen puesto. El resto debe resignarse a lo que encuentre. Este informe, basado en dos estudios sobre educación y demanda laboral, precisa las carreras más requeridas hoy, las que tienen mercado en el futuro y otras para patear latas.


Cada año 346 mil adolescentes terminan la educación secundaria y se hacen la pregunta: ¿Ahora qué estudio? En verdad, hay pocas herramientas para saber qué tal está el mercado laboral. Un reciente estudio de la Secretaría Nacional de la Juventud (SNJ), del Ministerio de Educación, señala que las cuatro carreras con más postulantes en los centros de enseñanza son Contabilidad, Educación Secundaria, Ingeniería de Sistemas y Derecho. De ellas Educación no figura entre las más pedidas del mercado laboral. De 30 mil que egresan cada año, solo 5 mil pueden conseguir una plaza de trabajo.
Está claro que ahí hay un desajuste entre la carrera que se estudia y la demanda laboral. Y no es el único caso. Algunas razones: el Perú ha crecido sostenidamente durante varios años, la bonanza ha hecho despegar nuevas actividades económicas, la globalización ha llegado con nuevas tecnologías, tenemos tratados de libre comercio en desarrollo con varios países. Con ello, las necesidades de profesionales y técnicos están cambiando. Entonces, ojo con las carreras que se escogen.

Carreras del futuro
¿Cuáles son las carreras con más techo en los próximos cinco años?  ¿Cuáles, según las tendencias, tienen más posibilidades? Anote: Administración, Ingeniería Industrial, Contabilidad, Marketing, Economía, Ingeniería de Sistemas, Ingeniería Mecánica, Ingeniería Civil, Agronomía, Turismo y Hotelería. Eso, según una encuesta a más de 300 empresas realizada por el educador y filósofo Luis Piscoya para su libro “Formación Profesional vs. Mercado Laboral” (2008). Piscoya corrobora una tendencia notoria desde hace unos quince años: las ‘ingenierías’ se imponen en el mercado.
Sobre el tema, la Secretaría Nacional de la Juventud (SNJ), adscrita al Ministerio de Educación, está culminando la “Guía de oferta educativa: demanda y tendencias del mercado laboral”, con las ‘carreras del futuro’ región por región.
Maeg Arriola, titular de la SNJ, precisa que las necesidades laborales de Lima y de las regiones son distintas. Del estudio que preparan –que también recoge las encuestas de Piscoya– adelanta que Ingeniería Industrial, Administración e Ingeniería Electrónica podrían ser las ‘top’ del ranking en los próximos años porque somos un país en desarrollo emergente y la coyuntura exige carreras vinculadas a las nuevas tecnologías, el comercio exterior, los mercados internacionales y la agroindustria.
Menciona también a Ingeniería Ambiental, como una carrera con posibilidades. “Tiene buen horizonte porque hoy contamos con un ministerio en ese sector, existen temas importantes como el cambio climático y hay un enorme campo de estudio en todo el territorio peruano”, dice. A nivel regional, en Ica, que se proyecta como región agroexportadora, la guía indica que Ingeniería Industrial y Agronomía tendrán mayor demanda. En Loreto, por sus características geográficas, podrían requerirse Ingenieros Forestales y Agrónomos. Cada región genera su demanda según sus fortalezas.
El documento de la SNJ precisa también las ‘actividades económicas’ más valiosas para los años por venir: “Suele mencionarse el ecoturismo, la acuicultura, el manejo de bosques, las plantaciones forestales, el manejo de camélidos y la producción orgánica como de enorme potencial en el siglo XXI. A partir de ellas el Perú podría triplicar sus exportaciones –en tiempos de TLC– e inclusive generar dos millones de empleos sostenibles”. En ese sentido, recomienda formar profesionales, universitarios y técnicos, especializados en producción forestal y elaboración de derivados de la madera.
A nivel de institutos superiores las carreras con mejor posibilidad de empleo son Construcción Civil, Guía de Turismo y Mecánica de Producción. Las dos primeras son de sectores en expansión, y hay un equilibrio entre oferta y demanda de profesionales.  

Carreras del momento
La encuesta, realizada por el educador Luis Piscoya en empresas de varios sectores, produjo un ranking de las carreras más solicitadas en este momento en el Perú. Estas son las 10 primeras: Contabilidad, Administración, Derecho, Ingeniería de Sistemas, Economía, Ingeniería Industrial, Ingeniería Civil, Ingeniería Informática, Comunicación Social e Ingeniería Electrónica.
El autor llama la atención acerca de que una de las carreras con mayor cantidad de postulantes en las universidades, Medicina, logre apenas el puesto 19 entre las de mayor demanda. “No siempre las carreras más buscadas por los postulantes son las más pedidas en el mercado laboral”, advierte Piscoya. Aclara, sin embargo, que el Perú aún no tiene el número de médicos necesario para cubrir la demanda de salud. El estándar internacional es de 1 médico por 200 habitantes, y aquí en Lima y Callao hay 1 médico por cada 300 personas. En provincias hay uno por cada 5 mil personas. “Ese centralismo debe cambiar”.
Hay cuatro carreras que también son requeridas actualmente por las empresas pero no se encuentran entre las que más escogen los postulantes en las universidades: Ingeniería Química, Turismo y Hotelería, Ingeniería de Minas e Ingeniería Metalúrgica. La demanda por las tres ingenierías tiene que ver con el boom minero peruano, mientras que Turismo y Hotelería inició el despegue en este siglo.
Una pregunta: ¿por qué Administración o Contabilidad aún tienen demanda en el mercado a pesar de la cantidad de profesionales que egresan año a año? Pasa que cada pequeña, mediana o gran empresa nueva siempre necesita de estos profesionales. Los abogados, por su parte, tienen presencia en cualquier institución por la asesoría legal que acompaña su creación y desarrollo. Y los comunicadores sociales figuran en este ranking porque en los tiempos que corren muchas instituciones tienen áreas específicas para ellos: desde las oficinas de prensa, hasta las relaciones públicas o corporativas, pasando por asesorías especializadas.

Carreras con poca demanda
Se habla de que una carrera está ‘saturada’ cuando el número de profesionales que egresan supera con creces los puestos de trabajo existentes. Como decíamos al inicio, es el caso de Educación. Un dato preocupante: En Colombia hay 20 institutos pedagógicos. En Francia 29 universidades dan formación docente. En el Perú, además de 49 escuelas o facultades de Educación, hay 29 institutos en La Libertad, 28 en Cusco, 25 en Puno, y así en otros lugares. La sobreoferta es ilustrativa.
En la guía de la SNJ también se señalan cuatro carreras que se encuentran en el listado de las veinte más demandadas por los estudiantes, pero no figuran entre las más requeridas en el mercado laboral: Odontología, Obstetricia, Zootecnia y Biología. “Eso sugiere la posibilidad de tener un exceso de egresados respecto al cupo que les aguarda en el mercado de trabajo”, explica el documento.
Piscoya precisa que las carreras de ciencias básicas –matemática, física, química o biología– están muy postergadas en la demanda laboral, a pesar de la importancia que tienen para el desarrollo de la ciencia y la tecnología. “De las 86 carreras que el mercado laboral demanda, Biología ocupa el lugar 23, Química ocupa el 58, Física el 69 y Matemática el 81. Si bien no tienen una alta demanda, no se puede sugerir que estas carreras no se deben estudiar. En los países desarrollados son muy fuertes y también se debe mirar esos mercados”.
A nivel de la formación técnica las carreras con muy poco mercado son Enfermería Técnica, Prótesis Dental y Laboratorio Clínico. “En el caso de la primera solo 8 de cada 100 profesionales trabajan en su carrera, el 40% trabaja en otra cosa y el resto está inactivo por periodos o desempleado”, dice Maeg Arriola, de la SNJ. 
Una aclaración: No queremos aquí desilusionar a nadie respecto a la carrera que estudia, pero sí dar cuenta de algunas tendencias en el mercado laboral, ahora que empiezan a aparecer estudios sobre el tema. Quizás hay vocaciones irrenunciables y contra eso no se puede ir.
Elegir una carrera
La “Guía de oferta educativa: demanda y tendencias del mercado laboral”, que la Secretaría Nacional de la Juventud (SNJ) presentará este mes, brindará información sobre las 259 carreras que ofrecen las universidades e institutos, será gratuita y mostrará cuáles de ellas tienen mayor demanda y más posibilidades de obtener un empleo región por región. La guía se publicará a nivel nacional y también será accesible vía internet. Asimismo, en diciembre pasado la Asamblea Nacional de Rectores presentó el informe “Formación Universitaria vs. Mercado Laboral II” de Luis Piscoya, que es también una valiosa herramienta para escudriñar la relación estudios-empleo. Este libro puede encontrarse en el local de la ANR, a la altura de la cuadra 51 de la avenida Benavides, Surco.
Cifras
346 mil estudiantes acaban cada año la educación secundaria.
600 mil estudiantes siguen 164 carreras en las universidades del Perú.
400 mil estudiantes siguen 95 carreras en institutos superiores peruanos.
Sobre la educación superior
Considero que el Estado no tiene una política respecto a la educación superior. No tenemos un ministerio de Educación Superior o un viceministerio que se encargue de establecer por dónde debe ir la educación superior y las prioridades en los planes curriculares. Es algo que sí hay en Colombia, Brasil o Cuba. La Asamblea Nacional de Rectores es un organismo que coordina acciones, pero no tiene capacidad para regular la universidad peruana. Por otra parte, hoy se dice que las carreras de Letras han caído en desuso y que se debe estudiar carreras vinculadas a las nuevas tecnologías. Sin embargo, creo que son necesarias las carreras humanísticas pero hay que darles su real dimensión. La universidad peruana debe ser regulada antes de invertir más dinero en ella.

Luis Piscoya Hermosa
Doctor en Filosofía y en Educación

lunes, 1 de agosto de 2011

La vocación ¿Se hace o nace con ella?




¿La vocación es un llamado interno, divino? ¿Es algo que sienten solamente los sacerdotes y las monjas?¿O es una construcción, un proceso que se va desarrollando después que nacemos hasta el momento en que hacemos nuestra elección?

Si nos inclinamos por la primera opción, no tenemos manera de saber acerca de nuestra vocación hasta que ella nos avisa y nos llama. Si, en cambio nos inclinamos por la segunda, tenemos mucho por hacer.

Como primera medida, comenzar a pensar en lo que nos gusta, nos atrae, lo que los orientadores llaman intereses. Otro punto para tener en cuenta son las aptitudes, ósea, aquellas actividades  para las que tenemos mayor habilidad o mejor desempeño. Entonces para, para descubrir cuál es nuestra vocación, es importante que empecemos a pensar en estas dos palabras claves, intereses y aptitudes. Si consideramos que la vocación de un individuo se va formando de manera similar a la identidad, en el seno familiar es donde van surgiendo las identificaciones que, al principio, son imitaciones y que poco a poco, se van asimilando como identidad. Esto no quiere decir que la única manera de encontrar la vocación sea imitando la de los padres o parientes de uno, sino, simplemente que éstas influyen en nosotros.

Otra pieza calve  en este rompecabezas es la oferta del mercado, es decir, lo que ofrece la universidad, por un lado, y el mercado laboral, por el otro. Es fundamental conocer las posibilidades que existen con relación a lo que nos interesa y a aquello para lo que estamos más capacitados, no  se puede  elegir algo que no se conoce.

Por otro lado, es muy importante informarse acerca de la salida laboral de la carrera que nos interesa. Resumiendo: para descubrir nuestra vocación, no debemos esperar el llamado interno, tenemos que movilizarnos interna y externamente para encontrarla. Debemos indagar en nuestros intereses y aptitudes; informarnos sobre las carreras que nos gustan, las universidades que las dictan y la salida laboral que ofrecen.

Es un trabajo más difícil que el de sentarse a esperar que surja la inspiración, pero traerá recompensa, ya que al final elegiremos nuestra vocación correctamente.